Metal blanco brillante de estructura cúbica centrada en las caras, blando y de ductilidad superada solo por el oro, es un excelente conductor de calor y electricidad; no reacciona con el agua ni el oxígeno atmosférico, y se vuelve negro al exponerse al ozono, sulfuro de hidrógeno y azufre. Es inerte a la mayoría de los ácidos y se disuelve rápidamente en ácido nítrico diluido y ácido sulfúrico concentrado caliente. El ácido clorhídrico puede corroer la superficie y disolverse en hidróxido alcalino fundido, peróxido alcalino y cianuro alcalino en el aire o en presencia de oxígeno. La mayoría de las sales de plata son sensibles a la luz e insolubles en muchos ácidos.