El níquel tiene una alta estabilidad química y buena resistencia a la corrosión en muchos medios. La posición estándar de su electrodo es -0,25 V, que es positiva que el hierro y negativa que el cobre. El níquel exhibe una buena resistencia a la corrosión en ausencia de oxígeno disuelto en propiedades diluidas no oxidadas (por ejemplo, HCU, H2SO4), especialmente en soluciones neutras y alcalinas. Esto se debe a que el níquel tiene la capacidad de pasivarse, formando una densa película protectora en la superficie, que evita que el níquel se oxide más.
Principales campos de aplicación: material de elementos calefactores eléctricos, resistencias, hornos industriales, etc.